?Berlín, Alemania.- El keniano David Rudisha, en los 800 metros de los hombres, y la
sudafricana Carsten Semenya, en la misma distancia entre las mujeres,
son, además de los ídolos locales como la saltadora de altura Ariane
Friedrich, los principales atractivos de la reunión de Berlín que se
celebrará el domingo.
Lo más destacado de la representación española en las competiciones lo
conforman el campeón europeo de mil 500 metros, Arturo Casado, y la
saltadora Ruth Beitia que, en ausencia de Blanka Vlasik, será la
principal rival de Friedrich.
La nueva edición de la reunión de Berlín marca el comienzo de una nueva
era después de que la capital alemana, que formaba parte de la Liga de
Oro, se quedase fuera de la nueva Liga de Diamante y tuviese que
conformarse con ser parte de los IAAF World Challenge, la segunda serie
más importante del atletismo mundial.
Ya desde hace un año hubo el temor de que hubiese un bajón claro en el
nivel de una reunión que normalmente ha contado con los mejores del
mundo y la ausencia de Vlasik, eterna rival de Friedrich, es algo que
parece confirmar las predicciones más pesimistas.
Sin embargo, la organización ha logrado sacudirse un poco del “descenso”
con, por ejemplo, la contratación de Rudischa, que tiene la mejor marca
mundial del año con 1:41,51, que es a la vez el segundo mejor tiempo
corrido en la historia de los 800 metros de los hombres.
Rudisha, de 22 años, está sólo a 22 centésimas del récord del mundo, que
todavía detenta Wilson Kipketer, y si su progresión continúa es de
esperar que termine por batirlo.
Los ídolos alemanes, como la campeona europea de los 100 metros Verena
Sailer o el subcampeón europeo de los mil 500 metros Carsten Schengen,
que volverá a medirse a Arturo Casado, o el campeón continental de
longitud, Christian Reif, están presentes.
Eso es algo que garantiza el interés local. Por otro lado, está el caso
de Rudischa, tal vez el atleta en mejor momento de forma de cuantos
vienen a Berlín, y el de Semenya, que no está en su mejor momento pero
que despierta interés puesto que vuelve a la capital alemana tras pasar
por un duro calvario motivado por las dudas sobre su sexo.
Semenya estuvo once meses suspendida, fue sometida a una larga de serie
de exámenes para determinar su sexo y sólo ha corrido dos competiciones
desde que se le permitió volver a las pistas en julio. En las dos
ocasiones ha ganado pero ella asegura que no puede estar satisfecha con
los tiempos obtenidos.
Para el domingo en Berlín, la meta de la sudafricana es correr por
debajo de los 2 minutos aunque muchos dudan que algún día pueda repetir
la marca de 1:55.45 con que se coronó campeona del mundo.
