Pretoria, Sudáfrica.- “Quiero ganar el Mundial,… y tengo a
Messi”, afirmó este miércoles el seleccionador argentino, Diego
Armando Maradona, en vísperas del segundo encuentro de su combinado en el
Mundial de Sudáfrica ante Corea del Sur.
Pleno de confianza, respaldado por un grupo en el que tiene depositada una
fe ciega, ‘El Pelusa’ mostró su ambición de llegar lejos en la competición, de
ganarla, y se deshizo en alabanzas con Lionel Messi, el mejor del Mundial hasta
ahora según el técnico, que está “respaldado por un gran equipo”.
“Ojalá que Dios mire un poco para la celeste y blanca y luego lo
razonaremos nosotros”, indicó.
“A Lio lo veo tan sereno y maduro que me pone muy bien. Necesitaba un
partido así (como el que hizo contra Nigeria), líder, carismático con los
compañeros. Necesitaba jugar un partido así para la gente, salir a buscar todas
las pelotas que le pedía”, afirmó.
Alabó su actitud frente a los fallos, cuando la pelota no quería entrar y
Nigeria acechaba y “salió un Messi con una capacidad, un liderazgo de
equipo que no se le veía hace tiempo”.
“Quizá en Barcelona algunas veces, pero ahí tienen a Xavi. Contra
Nigeria salieron a buscarlo él y Carlos Tévez y ahí murió Nigeria. Eso
demuestra un jugador que está llegando a su plenitud”, comentó.
Aunque aseguró que le gustó la actuación de algunos jugadores de otras
selecciones, como el alemán Lucas Podolski o el brasileño Maicon, Maradona
sentenció: “Ninguno llegó al 40 por ciento de lo que hizo Messi”.
A los periodistas surcoreanos también les envió un mensaje: “Con todos
los respetos, ustedes no tienen un Messi”. El seleccionador no ahorró
argumentos para encumbrar a Messi, al que puso toda la presión.
Le señaló como el líder natural del grupo, el papel que el propio Maradona
cumplió en 1986, el último Mundial que ganó Argentina. Pero también tuvo
palabras para el resto de los internacionales, para los que vienen jugando y
los que están en el banquillo, porque afirmó que tiene “23
titulares”.
Pese a eso, apenas variará el equipo con respecto al que jugó en el debut
contra Nigeria. Dejará en el banco a Juan Sebastián Verón, que arrastra
molestias en el gemelo derecho y al que no quiere desgastar de cara al resto de
la competición.
“Fue difícil la decisión de dejar a Sebastián afuera, porque quiere
jugar, sé que un partido de un Mundial no se lo quiere perder nadie. Pero
también está el problema del riesgo, de que la lesión se pueda agravar y se
termine el Mundial para Verón. Y no quiero que se termine el Mundial para
Verón, lo necesito”, afirmó.
Su puesto en el centro del campo será cubierto por Maxi Rodríguez, un
jugador de “características diferentes” pero que se puede completar
mejor con Jonás Rodríguez, el centrocampista que repetirá como lateral derecho.
Porque pese a que el rendimiento del jugador del Newcastle contra Nigeria ha
sido muy criticado, Maradona lo vio “bárbaro” y volverá a darle la
confianza. Eso sí, estos días aprovechó para “solucionar lo del problemita
con Jonás, que se cerraba mucho atrás” sobre Mascherano, lo que le restaba
eficacia defensiva.
Maradona aseguró que en los últimos entrenamientos eso quedó solucionado y
se mostró satisfecho, por lo que anunció un once “con pocos cambios”,
apenas el relevo del resentido Verón.
Así que no variarán mucho la táctica, sabiendo que, a diferencia de Nigeria,
Corea del Sur es un equipo “más rápido, que apuesta mucho por el balón
parado, con mucha precisión en medio de la cancha”, un sector en el que
“no se pueden perder balones”.
Pero también un equipo con menos fuerza física que los africanos, por lo que
tendrán más opciones de ganar balones al choque. Tampoco eludió el tema de su
colega surcoreano, Huh Jung-Moo, que lo afrontó como jugador en 1986 y que le
hizo muchas faltas.
“Lo voy a saludar pero iré con la armadura preparada”, bromeó
antes de pedir a los árbitros que paren el juego duro porque “acá se vino
a ver futbol”.
