EU.- Una nueva polémica se ha desatado en el mundo de la Fórmula 1, esto después de que se diera a conocer que Liberty Media (empresa dueña de F1) envió un mensaje a los distintos restaurantes, bares, discotecas y casinos aledaños al trazado del GP de Las Vegas, con motivo de cobrar una cuota para mantener su vista hacia la calle durante el fin de semana del evento.
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En dicho mensaje se establece que el monto a pagar por cada local será variable, pues la tarifa de la licencia se definirá con el número máximo de aforo del establecimiento multiplicado por 1,500 dólares. Esto sin importar cuántas personas de ese aforo tendrán o no vista hacia el circuito callejero.
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En caso de abstenerse a pagar la cantidad de dinero establecida, la organización se encargará de tapar la vista de dichos locales con barricadas, gradas y publicidad, un hecho que ha encendido las alarmas en Las Vegas, pues los locatarios no ven justo tener que pagar las millonarias cantidades de dinero por mantener una vista que siempre han tenido y en caso de pagar, elevarían demasiado los costos de sus comensales.
Desde la llegada de Liberty Media como nuevos dueños de la máxima categoría jamás han ocultado su deseo por monetizar al máximo la F1, pero esta medida ha sido tomada como un exceso por parte de la comunidad del automovilismo, vista como un golpe bajo a una ciudad que les abrió las puertas y con miedo a que se replique en otras latitudes del planeta.
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De esta manera, el siempre polémico GP de Las Vegas vuelve a resaltar por una situación extra deportiva, logrando ser tema de conversación a varios meses de su realización y será hasta el viernes 16 de noviembre cuando se pueda ver la realidad de esta fecha tan esperada en el calendario del Fórmula 1.
