México, DF.- Noé
Hernández siempre luchó. Luchó para ganar un lugar en el equipo de atletismo,
luchó por tener credibilidad en la última fase de la mejor época de la caminata
mexicana, luchó entre los grandes del mundo para alcanzar un podio olímpico,
luchó para ganarle a la muerte, que quería llevárselo luego de recibir un
disparo en la cabeza y luchó hasta ayer, con el último latido que dio su
corazón.
?Se
vale soñar Noé?, repetía en su mente un joven tímido de 21 años de edad,
mientras marcaba los últimos tramos en la competencia de 20km de marcha
atlética. Un debut olímpico que no se empañó por la novatez. Noé soñó, trabajó,
luchó y creó una realidad que parecía imposible, al ganar la plata de la
prueba, en los Juegos de Sidney 2000.
El
21 de septiembre del año 2000, Hernández iba a la conquista de unas páginas
para su nombre en la historia. Sobre el pavimento australiano, el mexiquense
competía entre los más grandes atletas del orbe: el polaco Robert Korzeniowski,
el ecuatoriano Jefferson Pérez, el español Paquillo Fernández y los consagrados
mexicanos Bernardo Segura y Daniel García; todos ellos medallistas olímpicos o
mundiales.
Pero
los destellos de sus logros no deslumbraron la meta del joven y luchador
atleta.
Noé
esperó nueve años, desde el inicio de su carrera atlética, para consagrarse. A
los 12 años, el entrenador Jeremías Pío
Luna lo invitó a practicar caminata, aún cuando jugaba futbol.
Sin
convicción, Hernández participó; se burlaba hasta de sí mismo por la cadencia
que requería la marcha. Sin embargo, sus cualidades afloraron rápido y ganó su
primera competencia y el profesor Pedro Aroche le convocó a entrenar al Centro
Deportivo Olímpico Mexicano (CDOM).
En
su inicio, por una precaria situación económica se tenía que despertar más
temprano que los demás andarines y trabajar como albañil en una construcción.
A
su regreso de los Olímpicos, Noé se convirtió en héroe de Chimalhuacán.
Continuó su carrera como atleta y estuvo dos veces cerca del podio: en la Copa
del Mundo de Italia, en 2002 y en el Campeonato Mundial de Atletismo de París
2003; en ambas ocasiones culminó en cuarto sitio.
Se retiró de las competencias
en la temporada 2005.IN