Johannesburgo, Sudáfrica.- México se despide con sentimientos encontrados
del Mundial de Sudáfrica 2010 y se va satisfecho por superar la primera fase
por quinto Mundial consecutivo, pero frustrado por los errores que le costaron
la derrota ante Argentina.
Los sueños construidos los últimos cuatro años de superar su límite
histórico de octavos de final, terminaron la noche del domingo en el estadio
Soccer City de Johannesburgo para México al perder ante Argentina (3-1).
Un error arbitral que México reclamó a todo pulmón y un fallo de su defensa
Ricardo Osorio abrieron el camino de la eliminación ante una Argentina que no
fue culpable de estos yerros y además anotó un tercero con un gran tiro de
Tévez.
La derrota marcó la despedida de México de la primera Copa del Mundo que se
juega en África, a la que llegó con la meta de superar su tope histórico y
alcanzar los cuartos de final, aunque ahora volará a casa sin lograrlo.
México no ha faltado a las Copas del Mundo desde Estados Unidos 1994 y se ha
consolidado como un país que lleva aficionados, anima y rinde más allá de la
primera ronda.
En Sudáfrica ha presentado al que sin duda ha sido el mejor equipo de su
historia con nueve de los 23 jugadores inscritos en equipos de Europa,
situación que no había tenido en otras Copas del Mundo, como por ejemplo le
ocurrió en México 1986, cuando sólo Hugo Sánchez jugaba en el exterior y el
país terminó en sexto lugar.
México avanzó a los octavos de final en uno de los grupos más complicados,
el A, porque se enfrentó al organizador del Mundial, a Francia, el subcampeón
de la edición del 2006, y a Uruguay, uno equipo de gran tradición en
Sudamérica.
Con Sudáfrica, México tuvo la capacidad de remontar para empatar 1-1, ante
Francia rindió su máximo nivel de juego para ganar 2-0 y después llegó la
frustración de perder ante Uruguay, 0-1, luego de que sus cambios tácticos no
funcionaron ante un rival de gran virtud defensiva y equilibrado al frente.
En este Mundial, México parece haber cerrado por fin un ciclo para varios
jugadores veteranos como Cuauhtémoc Blanco, que ha tenido en Sudáfrica el
Mundial que se le negó en Alemania 2006 con Ricardo La Volpe.
La juventud de Giovani dos Santos, Carlos Vela, Efraín Juárez, Andrés
Guardado, Pablo Barrera, y muchos otros jugadores que no han estado en esta
Copa del Mundo, se hará cargo de la selección para los próximos compromisos
mundialistas.
Guillermo Ochoa, que a sus 24 años ya tiene dos Copas del Mundo como
suplente, parece candidato a la titularidad, y la defensa mexicana tiene
calidad en Carlos Salcido, Francisco Rodríguez, Héctor Moreno, para pensar en
la próxima Copa del Mundo.
Otros jugadores parecen tener cerca el fin de su ciclo con México, al menos
en las Copas del Mundo, como los delanteros Guillermo Franco y Adolfo Bautista,
las dos mayores decepciones en el ataque que ha tenido el técnico Javier
Aguirre.
Franco, la apuesta de Aguirre en el ataque, no logró anotar un gol en cuatro
partidos y Bautista no rindió lo que prometía al jugar el primer tiempo contra
Argentina, en lo que será sus primeros y únicos 45 minutos en una Copa del
Mundo.
El técnico Aguirre ha dicho que decidirá su futuro con el equipo mexicano
después de reunirse con la Federación Mexicana de Futbol, pero en cada
oportunidad ha dejado en claro que a la selección le hace falta la tranquilidad
de tener un sólo mando durante el próximo ciclo mundialista, el de Brasil 2014.
