?Buenos Aires.- Diego Maradona dijo que le iniciará una
querella judicial al mandamás del futbol argentino Julio Grondona,
enojado porque ese dirigente presuntamente le recordó sus viejos
problemas con las drogas y el alcohol.
Maradona destacó que se va a hacer todos los análisis que correspondan
para demostrar que las drogas son un tema del pasado y afirmó que ”hace
seis años que no tomo un vaso de vino”, en declaraciones publicadas el
viernes en el diario Clarín.
”Le voy a hacer juicio por todo lo que dijo. Ya me comuniqué (con los
abogados) y están estudiando el caso”, dijo el ex técnico de Argentina.
”Esto no da para más. (Grondona) está fuera de sí”.
Grondona, presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) ,
definió el viernes como ”lamentable” la polémica con Maradona y la dio
por clausurada, al menos de parte de él.
”Estoy tratando de pasar las fiestas en paz, se terminó todo, ese tema está superado”, dijo Grondona a radio Mitre.
La guerra de palabras entre Maradona y Grondona es de vieja data, pero recrudeció esta semana.
Maradona arrancó el lunes tildando a Grondona de ”gagá” (envejecido) y
dijo que ”si va a la Prairie (por la clínica suiza) tres veces por
año, por algo será. Tengo la ilusión de volver a la selección. Pero
cuando se vayan estos (por Grondona y el manager de la selección Carlos
Bilardo) . Les queda poco”.
Molesto porque el ex Pibe de Oro lo trató de envejecido, Grondona, de 79
años, dijo el miércoles a Fox Sports que ”no estoy gagá. De gagá no
tengo nada”.
Agregó que ”no me extraña (lo que dijo Maradona) porque son esos vaivenes normales que tiene”.
”Hay motivos por los que sucede eso que todos los conocemos”, dijo el
vicepresidente de la FIFA, otra vez en presunta alusión a los viejos
problemas personales de Maradona. ”Es feo decir que da lástima. Pero da
pena lo que dice”.
Maradona y Grondona llevaban relaciones más o menor normales hasta que
Argentina fue vapuleada 4-0 por Alemania en los cuartos de final del
Mundial de Sudáfrica.
Entonces, la AFA no le renovó el contrato al ex futbolista y designó en
su lugar a Sergio Batista, entrenador de los seleccionados juveniles.
A partir de allí, Maradona se enfrentó con todo con Grondona y con
Bilardo, técnico del seleccionado argentino campeón Mundial en México
1986, cuando el ex Pibe de Oro fue la gran figura del certamen.
