Madrid, España.-
“Es un nuevo comienzo a los 30”. Son palabras de Ricardo Kaká, que ha vuelto a nacer tras el trofeo Santiago Bernabéu con una buena actuación ante el Millonarios colombiano, equipo al que endosó tres de los ocho goles que marcó el Real Madrid (8-0).
El brasileño, de forma inesperada, retoma protagonismo y se une desde la lejanía a la lucha entre Luka Modric y Mesut Özil por hacerse con un hueco en el centro del campo.
El jugador que deslumbró en el Milán y que fue fichado a bombo y
platillo por Florentino Pérez en el verano de 2009 ha ido disminuyendo
sus apariciones hasta pasar inadvertido en el arranque de esta
temporada, en la que José Mourinho todavía no ha querido darle minutos
en un partido oficial.
La irrupción de Modric, el peso de Özil y las creencias de su
entrenador, que en el partido de Liga de Campeones ante el Manchester
City decidió prescindir de todos sus mediocampistas creativos, ha
cerrado las puertas de un jugador al que Florentino Pérez calificó de
“icono” cuyo futbol “simboliza la máxima expresión de solidaridad y
elegancia”.
Aquella frase del presidente un día de verano de 2009, durante la
presentación del ex jugador del Milán, hizo rugir a miles de gargantas
que acudieron al estadio Santiago Bernabéu para adorar a un futbolista
que tres años después apenas ha mostrado pinceladas del hombre que
caminó en 2007 hacia el Balón de Oro.
Las temporadas han ido pasando y, pese a algunos momentos de brillantez,
no ha aportado todo lo que se esperaba de él. Las lesiones tampoco le
ayudaron.
En su primer año, en el curso 2000/10, participó en 25 partidos, sumó
1.815 minutos e hizo 8 goles. En la campaña 2010/11, 14 encuentros, 805
minutos y siete goles. Y el curso pasado, 27 duelos, 1.379 minutos y
cinco goles.
En su cuarta temporada en el Real Madrid y Mourinho todavía no le ha
hecho debutar en un partido oficial. Ha visto todos los encuentros desde
el banquillo (cinco de la Liga BBVA y uno de la Liga de Campeones). No
ha tenido ninguna oportunidad. Todo lo contrario que Modric, un recién
llegado que ha pasado por delante de Kaká y en ocasiones ha sentado a
Özil
Sin embargo, el encuentro ante el Millonarios ha dejado un buen sabor de
boca al brasileño y su nombre ha vuelto a sonar para volver a pisar el
césped del Santiago Bernabéu, aunque sólo sea para debutar en la
presente Liga. Cuajó una buena actuación frente a los colombianos y ésta
no ha pasado inadvertida. Justo después, recibió la llamada de su
seleccionador, Mano Menezes, para participar en dos amistosos.
“Estoy volviendo después de dos años y es preciso que recupere mi
espacio, entrar en el campo y jugar algunos partidos. Es un nuevo
comienzo a los treinta años. Después de haber ganado casi todo, tengo
una nueva oportunidad. Quiero aprovechar al máximo el tiempo que tengo
aquí, los minutos que tenga en el campo. Todo para estar en el Mundial”,
dijo el protagonista a Globoesporte.
Kaká recuperó la sonrisa y, además, se ha convertido en el invitado
inesperado a la lucha entre Özil y Modric. De momento, a Mourinho le
gusta jugar con el incombustible Xabi Alonso junto a un centrocampista
de contención como Khedira o Essien. A excepción del choque ante el
City, siempre hay un tercero destinado a la imaginación y Kaká nunca
aparecía.
De repente, aunque de forma más silenciosa que el resto, su figura ha
hecho acto de presencia. Mourinho así lo reconoció tras el partido ante
el Millonarios: “Kaká ha hecho méritos para poner su nombre en mi
cabeza”.
CHG