México D,F.- Una de las batallas más difíciles que ha sostenido Julio César Chávez
González, El César del Boxeo, ha sido con sus problemas de alcoholismo y
drogadicción. Él mismo lo ha admitido en varias entrevistas, al
enorgullecerse de haber superado estos dilemas con base al apoyo
familiar.
“A mí no me da vergüenza decirlo, al contario, para mí es un orgullo
decir que salí de las drogas y el alcohol, es una situación que me pone
contento”, dijo JC Chávez hace unos meses, en un programa de televisión.
El ex boxeador llegó a una clínica de rehabilitación hace poco menos de
dos años, conducido por la insistencia de su hijo Julio César Chávez Jr.
El mismo Chávez González dice que El Junior fue el motor que lo
insentivó para iniciar un tratamiento que siguió a lo largo de cinco
semanas.
Una de las razones que lo incentivaron para llevar un tratamiento fue
que sus hijos no lo tomaban en cuenta por su estado. El mismo Jr.
recuerda esos momentos como complicados para todos los integrantes de la
familia.
Hoy en día, sostiene que estar al pendiente de sus hijos (Omar y Julio
César) en sus respectivas carreras boxísticas son los motores que lo
incentivan para no volver a caer en sus antiguas adicciónes.
Julio padre es el principal consejero de Chávez Carrasco para que no caiga en los mismos errores.
CHG