Mazatlán, Sin.- El joven mazatleco Alan Sánchez fue uno de miles de mexicanos que asistieron a la Copa del Mundo de Qatar 2022.
Nos comparte la emoción de vivir su primera justa mundialista, gracias a la pasión que tiene por este deporte y a su gran voluntad de ahorrar dinero durante un par de años, le dio la oportunidad de estar en la fiesta máxima del futbol mundial donde gozó nueve encuentros y la sensación de la eliminación de México; sin embargo, los momentos lo marcarán de por vida al ser para él una de las aventuras más satisfactorias en su vida personal.
“Es una experiencia totalmente diferente, ocupas vivirlo, la manera en que te encuentras a todos los mexicanos, la verdad los mexicanos son los que ponen la fiesta allá, el folclor y la hermandad que se vive, puedes estar a un lado de una persona que en tu vida no la has visto siempre existe ese compañerismo”.
Por lo que has vivido en tu travesía en eventos de futbol y conciertos en México, ¿crees que le falte organización a México para ser capaz de ser sede de una Copa del Mundo?
“Bastante, a lo que yo veo, el ejemplo de Bad Bunny no pudieron armar eso, un mundial es otro nivel, estás hablando de más de dos millones de personas extras en una ciudad, yo creo que falta muchísima organización, no veo en que México lo logre”, externó.
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Pese a la diferencia de culturas que existe entre un Qatar y México, Sánchez aseguró que su estancia fue tranquila, a pesar de tantos rumores que se dicen por vivir en tierras cataríes. Agregó que tuvo que pagar 300 pesos por una cerveza.
“Había muchos rumores, malas vibras, si existen las reglas, si existen los límites, me tocó gastar en una media de cerveza en 300 pesos”.
Asistió a un total de nueve juegos, disfrutando con mucho placer la única victoria de México en la cita mundialista, donde confesó que se contuvo de llorar porque fue acompañado de su novia. Admiró la intensidad como en algunos países se reflejaba a través de sus aficionados la pasión por el balompié.
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“Fui a un total de nueve, lógicamente, me gustó más el de México-Arabia, estar ahí, ver a tu selección, gritar un gol, que haya ganado es otro nivel, en el segundo gol estuve a nada (llorar) nada más porque iba con mi novia, se te pone la piel ‘chinita’”, comentó.
“Los galeses son otro nivel, la manera del apoyo y la intensidad, igual los argentinos, se desviven por su país”, añadió.
La hospitalidad fue muy aplaudida por Alan, quien al trasladarse a los estadios, la cortesía y atención de los anfitriones era eficaz, los pasajes no se pagaban.
“Todos los traslados totalmente gratis, no batallábamos, casi casi te cargaban para tomar el metro”, compartió.
Durante su estadía en tierras mundialistas, se enfocaba en comer hamburguesas y shawarma, comida típica del medio oriente.
“Comía hamburguesas y unas shawarma (tortillas de harina con pollo). Otro choque cultural muy grande. Quisimos entrar a un museo, ella (novia) iba en short y le pidieron cubrirse”
“Si tienen una oportunidad el próximo mundial que viene, que intenten ir porque es una experiencia totalmente diferente”, culminó.
