El Walamo recibe el Festival de Atletismo Escolar Rural

Mazatlán, Sin.- La fiesta deportiva inicio a temprana hora en la comunidad de El Walamo perteneciente a la sindicatura de Villa Unión. Para esto se realizó el Festival de Atletismo Escolar Rural. Las escuelas del pueblo fueron invitadas a participar. El Jardín de niños Benito Juárez, la Primaria Niños Héroes y la secundaria Ignacio Zaragoza respondieron al llamado y acudieron puntuales al Campo de Béisbol de la Comunidad.Acorde a las energías de los niños, el equipo Prodemaz, encabezado por Alfredo Lizárraga, subdirector del Imdem y apoyado por Alfredo Crespo, encargado de Promoción Deportiva Rural, montaron en un tronar de dedos la pista y se pusieron listos para que Santiago Velarde, promotor deportivo de la entidad, les impartiera un breve calentamiento. Los más pequeñitos iniciaron la jornada corriendo aproximadamente 20 metros. En esta categoría de preescolar del segundo grado, rama femenil, Cristal Hernández Solís fue la campeona, seguida de Hanna Ramírez y Nicole Mellado. En la varonil, Dylan Mellado fue el campeón, Agustín Gutiérrez llegó en segundo y Juan Luis Saucedo en tercero.Jaqueline Aragón fue la campeona en el tercer grado de preescolar, Laura Reyes se quedó un poco atrás en la meta; para el bronce Ana Ibarra corrió sin lograr superar la marca de sus compañeras. Christian Rodríguez hizo lo propio por los varones y Arturo García no se quiso quedar muy atrás, aunque no lo logró y consigue el subcampeonato. En tercer puesto quedó Santiago Osuna.El final de las competencias se vivió con las carreras de los mayores que demostraron que la velocidad es parte de los genes walameños, pues de ahí es oriundo el que fuera campeón Nacional de los 400 metros planos, Gilberto ?Novato? Guzmán. Antes de la premiación, se realizó una rifa en donde todos los participantes pudieron ser ganadores de un par de tenis. Los ganadores fueron: Rosa María Osuna (Preescolar), Naydeli Villela, Nayeli y Arturo Tirado (Primaria) y Yuridia Ibarra y Adán Osuna (Secundaria).Los metales fueron puestos en los cuellos de los campeones al ritmo de los aplausos de sus compañeros, maestros y padres de familia reunidos en el campo. Hubo quien no tuvo nada que ver con ninguno de los atletas y aún así aplaudió por el esfuerzo de los menores. ARG