México, DF.- Roberto García Orozco se sacó la rifa del tigre, al ser
elegido para pitar el Pumas-América.
?Están jugando con fuego?, opina Bonifacio Núñez.
?La mejor decisión de la comisión?, dice Arturo Brizio.
?Que tenga cuidado, en CU, el diablo anda suelto?, aconseja
Eduardo Brizio.
?Tiene la capacidad y obligación de sacar un buen partido?,
afirma Gilberto Alcalá.
Las opiniones entre los expertos en el arbitraje se dividen
y es que no hay prueba más dura para un silbante que quiera ser de primera
línea, que la de llevar a buen puerto el choque disputado en el estadio
Olímpico y García lo tiene en sus manos.
Aunque algunos no crean en él. ?No sé qué parámetros usa la
Comisión para designar. Roberto no atraviesa por un buen momento. Quiero pensar
que como la caballada está flaca, por eso recurren a él?, opina don Bonifacio.
El ex silbante recuerda que cuando dirigía esos partidos,
?teníamos que echarle un ojo a todo. La ventaja es que en esa época el
inspector autoridad estaba preparado para todo tipo de situaciones?.
Arturo Brizio opina muy diferente a Núñez: ?Es una decisión
acertada. Es el mejor árbitro de México?.
Dos veces mundialista, Brizio tiene buenos recuerdos de CU.
?Pité varios, el más importante fue la final 90-91, con aquel gol del Tuca
[Ricardo Ferretti]. Estaba bravo. En la ida echaron a Farfán por una entrada x
y dejaron en la cancha a España, que pegó todo el partido. Había mucho pique en
la cancha?.
Quien lo dijera, el que no tiene buenos recuerdos de esos
juegos es su hermano Eduardo. ?No sé qué pasa en CU. El diablo anda suelto.
Cuando pité, el Cuauh, quien nunca le había metido gol a Pumas, se lo mete y se
lo anulo, Vi tarde al asistente con la bandera levantada y que se arma. Luego
me di cuenta que el gol era bueno?.
Y no todo acaba ahí: ?Para acabarla de amolar, luego hay una
carga sobre el portero de Pumas, no la marco y cae el gol. Es que el doctor
[Edgardo Codesal] nos dio una charla donde decía que esas cargas no se
marcaban. Se le ocurrió y bueno…?.
A García Orozco, Eduardo Brizio le manda un consejo: ?Que
haga dos cosas. Que los goles que dé y quite sean diáfanos y las tarjetas sean
claras. Con eso hará un buen trabajo?.
Gilberto Alcalá, por su parte, espera que Roberto ?esté en
todo, y entienda que lo que pase dentro de la cancha puede hacer que algo
detone fuera?.
Alcalá sí confía en el silbante: ?Tiene capacidad y tiene la
obligación de sacar un buen partido. Si le pesa el entorno, pues hay que hablar con él, pero también hay que
entender que los errores ayudan a ganar experiencia?, concluyó.
CHG