Los Mochis, Sin,- Con un sentido homenaje de cuerpo presente en el Estadio de Beisbol Eulalio Ibarra Heredia fue despedido la tarde de este lunes el joven peloterito José Arturo Ibarra Soto, quien sufriera el pasado domingo un lamentable accidente en motocicleta que derivó en su caída al Canal Sevelbampo, con fatales consecuencias.
Sus compañeros de ‘Mangueritos de El Porvenir’ recorrieron uno a uno el diamante en su memoria, para después realizar ‘la última vuelta al cuadro’, cargando el féretro que contenía los restos del lanzador zurdo de apenas 13 años de edad. Al tocar el home plate el numeroso grupo de personas en el parque de pelota aplaudió al jovencito, mejor conocido como ‘Pollito’.
Allí, José María Domínguez, manager del equipo, entregó a su padre José Arturo Ibarra Gil, una pelota con la firma de cada ‘manguerito’, como muestra del cariño que cada peloterito le profesa a quien defendiera su causa con tanto amor, portando el número 20 a la espalda.
Aún con la tristeza y pesar que se respiraban en el ambiente, las porras, los aplausos y los vivas para el beisbolista nacido un 6 de septiembre de 2005 no se hicieron esperar, y teniendo como testigos a familiares y amigos, José Arturo dijo adiós al estadio que tantas ocasiones lo vio llegar y entregar sus ilusiones en cada juego, con cada equipo al que perteneció desde los 5 años de edad.
El ‘Pollito’ era un fiel seguidor de las tradiciones de los judíos, quienes también lo homenajeron al danzarle mientras era velado en el que fuera su hogar; por ello, antes de partir al estadio, la máscara que utilizaba estaba sobre el ataúd, junto a la casaca y gorra del equipo con el que apenas el pasado sábado 16 de febrero desfilaba en la ceremonia inaugural de la Liga de Beisbol Infantil y Juvenil de Ahome, en los campos de la Unidad Deportiva Infantil en Los Mochis.
Luego del homenaje en el estadio Eulalio Ibarra, familiares, amigos, compañeros de equipo y de estudios, asistieron a la misa de cuerpo presente desarrollada en el Iglesia de la Virgen de Guadalupe, en el mismo asentamiento humano.
Posteriormente, su cuerpo fue trasladado a San Miguel, donde fue presentado en la Iglesia de los Judíos, para finalmente ser sepultado en el Panteón del lugar donde, tras ser lanzadas flores al féretro, los mangueritos se despojaron de sus casacas y las lanzaron dentro de la fosa, brindándole a Ibarra ‘algo más’ de lo que tanto amó: su equipo de béisbol.
El cielo ahora está de fiesta, pues el play ball será cantado con el primer lanzamiento al home del pítcher zurdo José Arturo ‘Pollito’ Ibarra… Descanse en Paz.
