México, DF.-
Hay muchas voces que recuerdan aquel día, aquella tarde de
hace ya 15 años. Voces que van desde la portería hasta la delantera y pasan por
el silbato.
Es un título, nada más, una estrella más en el escudo,
dirán; pero para los Cementeros, esa estrella ha sido el asta de la cual se han
aferrado por espacio de 15 años; 15 años de penurias, de sueños inconclusos y
de burlas que duelen, más cuando se es de sangre azul.
A 100 metros de distancia, ese día en León, Óscar Pérez se
hincaba a la espera del momento definitivo. Por su mente pasaba cada minuto de
ese torneo, que quién lo dijera, sería histórico: ?Muchos decían que yo no iba
a jugar. Es más, yo quería irme de Cruz Azul. Llegó Nicolás Navarro y al final del
torneo llegaría Jorge Campos. Yo no quería quedarme?, rememora.
Llegó la charla final con el técnico Luis Fernando Tena,
quien lo retó: ??Quédate ?me dijo? los voy a turnar?. Yo no aceptaba, pero El
Flaco me dio en el orgullo: ?Qué, no querías la oportunidad. Órale, ahí va a
estar?. Y que me quedo?.
El torneo fue regular, recuerda El Conejo. ?Había que estar
siempre alerta, me estaba jugando el puesto con un gran veterano y llegó Jorge
Campos en la última fecha. Luis [Tena], siempre directo nos habló claro. ?Uno
de ustedes, se va a la tribuna? y me tocó a mí. Me enojé, pero me aguanté. Creo
que El Flaco me estaba probando, porque acabando el juego nos dijo: ?Uno de
ustedes dos ?Nico o yo? va a jugar la Liguilla. Les hablo claro, no quiero
caras largas después y la semana previa dijo: ?Eres tú? y Nico apechugó como
gran profesional?.
Llegó la final, una final ?hermosa?, según la recuerda Óscar
Pérez. ?En el estadio Azul fallamos mucho, le habían expulsado gente al León y
apenas nos fuimos con un gol de ventaja. La vuelta no fue fácil. Su plaza pesa.
Nos empataron y con un gol…?.
Aquel penalti
Con un gol de oro todo se definió.
Todo fue dramático. Carlos Hermosillo, recién operado de una
costilla, entró al campo y ahí sucedió…
Fue tan evidente la jugada, que el árbitro no pudo hacer
otra cosa que marcar la pena máxima. ?Faltaban como cinco minutos para que
terminara el primer tiempo extra ?recordó el árbitro de aquella final, Arturo
Brizio?, cuando Cruz Azul lleva el balón al área de León. La pelota va para
arriba, pero yo no la sigo, sino que fijo mi vista en los jugadores y veo cómo
[Ángel] Comizzo arrolla a Carlos Hermosillo?.
El silbato lanzó su sentencia. ?[Juan Francisco] Palencia me
grita ?¡hey!? y le contesto: ?Sí ya lo marqué?, por ese instante en el que
volteo, es que no veo la segunda agresión de Comizzo a Hermosillo. Por eso el
portero de León siguió?.
El héroe de sangre azul
?Yo sentía la cara mojada ?rememora Carlos Hermosillo?. Sólo
oía que El Ruso [Héctor Adomaitis] me decía: ?¿Estás bien? ¿Estás bien?? No
sabía lo que pasaba, hasta que me levanté supe que habían marcado penalti, me
di cuenta que El Ruso estaba muy nervioso, porque si yo no lo tiraba, él tenía
que hacerse cargo?.
Cinco, cuatro, tres, dos, uno… ?todo fue en cámara lenta,
porque parecía que el balón no quería entrar, rodó lo necesario para cruzar la
línea de gol… un gol que valió un campeonato, uno en 15 años.
A 100 metros de distancia
Toda la atención de la nación azul, ese 7 de diciembre de
hace 15 años, estaba sobre la cabaña que defendía Comizzo. A 100 metros de
distancia, Óscar Pérez lo sufría. ?Que si lo sufrí. Estaba hincado fuera del
área grande. Carlos llevaba una costilla fracturada, tenía el corte en la cara
por la patada de Comizzo. Antes del penalti habíamos fallado dos. Una de
Palencia, otra que Comizzo sacó a un lado del poste. Fue sufrido, de mucha
tensión, pero Carlos, con esa personalidad y experiencia lo metió, lo metió…?
y se hizo el título.
Quince años ya
Pasaron 15 años ya de ese momento. Cruz Azul ha tenido otras
oportunidades, pero simplemente no ha llegado. ¿Cuál es la razón?
?No lo sé ?afirma El Conejo?. El destino, quizá, aún no le
toca. La verdad es que pesan tantas finales perdidas, ya no se juega igual y
ahí están las consecuencias?.
IN