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Los Mochis, Sin.- Unos quieren ser como el portero del Chelsea de Inglaterra, otros como el del Santos Laguna de México y otros como el del Barcelona de España, son los testimonios de pequeños futbolistas mochitenses que alguna vez pidieron de regalo del Día del Niño, artículos como guantes, balones o taquetes, para seguir soñando con ser algún día guardametas profesionales.
Dentro del marco de los festejos por el Día del Niño este 30 de abril, Línea Directa visitó la Academia de Porteros de Los Mochis, con sede en la Ciudad Deportiva Aurelio Rodríguez, donde Javier Espinoza de 9 años, Uriel Pineda de 11 e Isaac Arias de 12 años de edad, coincidieron en que de grandes, quieren ser futbolistas.
“La verdad, el futbol me gusta porque yo quiero ser profesional y así, para llegar a lo más alto e igualar a mis ídolos y eso, que es Mendy, el del Chelsea”, comentó Espinoza González.
“…porque es lo que quiero hacer, o sea, es lo que me gusta, veo el futbol desde chiquito, esa es mi pasión”, apuntó Uriel.
-¿Quieres ser futbolista cuando seas grande?
“…sí, como Carlos Acevedo del Santos”, recalcó Pineda Ballardo.
“…A mí me gusta el futbol, porque veo a los jugadores grandes, a los porteros, y ver como mi hermano era buen jugador y así”, expresó Arias Rodríguez.
Estos 3 niños defensores de la portería, al igual que el resto de la Academia de Porteros de Los Mochis, y muchos más jugadores infantiles en el mundo, pasarán este 30 de abril en la cancha, festejando su día jugando futbol, que es lo que más les gusta.
Javier Espinoza González, de 9 años de edad, es arquero del equipo local, Guerreros F.C., y su ídolo es Mendy del Chelsea, mientras que Uriel Armando Pineda Ballardo es portero del Santos Mochis y admira a Carlos Acevedo del Santos Laguna e Isaac Arias del equipo Xolos Los Mochis, no se pierde los juegos de su máxima figura a seguir, Marc Ter Stegen del Barcelona.
Carlos Ochoa López, director de la Academia de Porteros Los Mochis, la cual cuenta con 30 integrantes, señaló que lo más importante, es continuar al desarrollo de estos niños, ya sea como deportistas o ciudadanos de bien.
“Reconocimiento, que te dan los niños y los padres de familia, al saber que en un futuro se vuelven profesionales, ya sea en el futbol o como buenos profesionistas en su labor de trabajo, pero lo más importante es formar seres humanos de bien, que vayan por buen camino”, consideró.
De esta manera, con combinando la escuela con el futbol, un nutrido grupo de niños porteros pasa sus tardes soñando con ser algún día profesionales del balompié.
