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Ciudad de México.- ¡No puede ser! La tarde de ayer el futbol mexicano lloró por los actos de violencia en el Estadio La Corregidora, donde un grupo de criminales de los Gallos Blancos del Querétaro desataron el terror al golpear a los seguidores de los rojinegros del Atlas.
Los vándalos ocasionaron que cientas de familias invadieran el terreno de juego, suspendiendo el partido entre Querétaro y Atlas, para salvaguardar a las personas, que no podían ver lo que estaba ocurriendo en el inmueble.
La seguridad fue rebasada por completo por los aficionados locales, quienes con palos y otros objetos golpeaban a los atlistas hasta dejarlos inconscientes.
Pero en las gradas se pudo ver a un agente de la policía municipal local, el cual no hizo absolutamente nada para detener a la enardecida multitud, dándole la espalda a la gravedad del asunto.
El policía no hizo caso de lo que pasaba y tranquilo hablaba en su celular, siendo grabados por las personas, que veían que el agente se hizo de la vista gorda.
