México.- No, ni tan fácil ni tan rápido como se pudiera pensar, será podernos liberar del fenómeno de El Niño que ha recrudecido el tema del calor en algunas partes del mundo, pero también lluvias importantes en otras, del año pasado a la fecha.
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Y aunque este sistema ya entró en fase de debilitamiento, especialistas de la Organización Meteorológica Mundial (OMM por sus siglas en inglés), destacan en la más reciente actualización, que hay alrededor de un 60% de posibilidades de que El Niño persista durante marzo-mayo y un 80% de posibilidades de que se produzcan condiciones neutrales (ni El Niño ni La Niña) de abril a junio.
Respecto a si existe la posibilidad de que se desarrolle La Niña más adelante en el año, el informe detalla que al momento “las probabilidades son actualmente inciertas”, por lo que hay que esperar a ver cómo se mueve El Niño durante este mes, para saber hacia dónde apunta.
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Recordemos que el Niño de 2023-24 que ya alcanzó su punto máximo como uno de los cinco más fuertes registrados, ya tuvo los primeros signos de debilitamiento gradual, sin embargo seguirá impactando el clima global en los próximos meses, alimentando el calor atrapado por los gases de efecto invernadero provenientes de las actividades humanas. Entre marzo y mayo se pronostican temperaturas superiores a lo normal en casi todas las zonas terrestres.
“El Niño ocurre en promedio cada dos a siete años y normalmente dura de nueve a 12 meses. Es un patrón climático natural asociado con el calentamiento de la superficie del océano en el Océano Pacífico tropical central y oriental. Influye en los patrones climáticos y de tormentas en diferentes partes del mundo. Pero tiene lugar en el contexto de un clima que está cambiando por las actividades humanas”, abundo la OMM.
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El reporte finaliza indicando la previsión de que, aunque más débil, de El Niño y las temperaturas superiores a lo normal de la superficie del mar previstas en gran parte de los océanos del mundo provoquen temperaturas superiores a lo normal en casi todas las zonas terrestres en los próximos tres meses e influyan en los patrones de precipitaciones regionales.
