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Agencias.- Las condiciones climáticas que podrían llegar este fin de semana a Estados Unidos, han impulsado una serie de alertas a la población, que podría enfrentar uno de los periodos gélidos más fuertes y peligrosos de la temporada.
Esto se deberá, de acuerdo a diversos organismos vigilantes del clima, a una bomba ciclónica capaz de impulsar lluvia helada, nevadas importantes, vientos fuertísimos, e inundaciones en zonas bajas.
Este tipo de tormenta invernal que se impulsa por la bomba ciclónica podría presentarse durante este fin de semana en el noreste y Atlántico Medio de Estados Unidos, y el temor de la población se ha hecho evidente, ya que comenzarona tomar precauciones desde el primer aviso y la alta probabilidad que se registre.
Una de las zonas más afectadas por este fenómeno sería Nueva Inglaterra, tal como lo señaló el meteorólogo de AccuWeather, Bernie Rayno, en contacto con USA Today. “Es probable que haya más de un pie de nieve en algunas áreas”, anticipó.
El NWS advirtió sobre impactos costeros significativos son posibles en el noreste, incluidas las inundaciones costeras y la erosión de las playas. Los fuertes vientos pueden provocar nieve y algunos daños. WEs probable que haya condiciones de viaje peligrosas en partes de la región”.
Según el análisis de AccuWeather, si la tormenta alcanza su máximo potencial, se sentirán vientos con fuerza de huracán de 74 mph o más -119 kph o más- en el sureste de Nueva Inglaterra, lo que provocará cortes de energía.
¿Qué es bomba ciclónica y como afecta?
De acuerdo a la explicación de USA Today a partir de testimonios de expertos, una bomba ciclónica es, básicamente, un huracán de invierno producido por el proceso conocido como bombogénesis.
Según explica la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés), el fenómeno ocurre cuando un ciclón de latitud media se intensifica rápidamente o cae rápidamente en la presión atmosférica, lo que marca el fortalecimiento de la tormenta.
Lo que que ocurre entonces, es el registro de vientos que aumentan drásticamente y las precipitaciones, incluidas las nevadas, pueden volverse intensas; pueden ocurrir condiciones de ventisca, a veces acompañadas de relámpagos, por lo que el riesgo se incrementa con bajísimas temperaturas, caminos cerrados y hasta cortes de energía, tal y como ha pasado en otras ocasiones.