México.- El que llegó a ser el primer huracán de la temporada y que alcanzó la categoría uno en la escala Saffird-Simpson, dejó de ser un riesgo para las costas del Pacífico Mexicano y se degradó totalmente antes de tocar tierra en Baja California Sur.
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Fueron cinco días de activación, en los que dejó lluvias importantes en Occidente en donde incluso se confirma la muerte de tres personas y en Chihuahua, zona en la que se reportó la desaparición de una niña, supuestamente arrastrada por la corriente; no obstante en zonas de la costa del Noroeste como Sinaloa pasó con mínimo de precipitaciones, pero con densos nublados y vientos.
“Enrique” se disipó a 35 km al norte de La Paz, BCS., y a 172 km al suroeste de Topolobampo, Sinaloa durante la tarde del miércoles, lo hizo tal y como inició, de manera apresurada y por fortuna, sin dejar mayores afectaciones al país.
No obstante, y según los modelos del Servicio Meteorológico Nacional, sus remanentes se mantendrán al menos por tres días más ayudando al refrescamiento de las temperaturas con el registro de lluvias de menores a fuertes en Baja California, Sonora y Sinaloa.
De acuerdo a los modelos, la llegada de Enrique como huracán fue de manera anticipada lo que podría sugerir un nuevo sistema con características aun más intensas entre agosto y septiembre, cuando los huracanes con mayor fuerza se activan en el Pacífico Mexicano.
Recordemos que en el 26 de junio y un periodo de 24 horas, “Enrique” pasó de tormenta a huracán categoría uno; bajo esas condiciones y con vientos de 159 a 185 km/h, estuvo hasta el día 28 cuando nuevamente bajó su intensidad, todo en línea de costa y con el temor de cambios y entradas a tierra constantes.
Hoy en día, el último aviso de este sistema se dio por parte del Servicio Meteorológico Nacional, y así terminó la historia de “Enrique” en el Pacífico, la tormenta que llegó a ser de manera anticipada huracán y que dejó aportaciones a las presas y en algunas zonas, únicamente nubes.