México.– Luego de Nora y Olaf, la que será a partir de la depresión tropical Dieciséis-E, “Pamela”, tendrá una evolución rápida pasando por varios niveles de intensidad conforme siga acercándose a las aguas cálidas que registran frente a las costas de Baja California y Sonora.
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Al momento como depresión tropical, sus vientos se incrementan en la superficie, producto de la existencia de una zona de baja presión. Dichos vientos alcanzan una velocidad sostenida menor o igual a 62 kilómetros por hora.
Como tormenta o ciclón tropical, el incremento continuo de los vientos provoca que éstos alcancen velocidades sostenidas entre los 63 y 118 km/h. Las nubes se distribuyen en forma de espiral. Cuando el ciclón alcance esta intensidad se le asigna el nombre de “Pamela”, preestablecido por la Organización Meteorológica Mundial.
En la categoría de huracán, lo cual se espera entre la noche del lunes y madrugada del martes tanto para la categoría uno, como dos, registrará vientos máximos sostenidos que alcanzan o superan los 119 km/h. El área nubosa cubre una extensión entre los 500 y 900 km de diámetro, produciendo lluvias intensas. El ojo del huracán alcanza normalmente un diámetro que varía entre 24 y 40 km, sin embargo, puede llegar hasta cerca de 100 km.
Dependiendo de la etapa del huracán, se clasifica por categoría de acuerdo a la escala Saffir-Simpson, de la siguiente manera:
En su etapa uno, “Pamela” podría alcanzar vientos de 119 a 153 kilómetros por hora capaces de dejar árboles pequeños caídos y daños al tendido eléctrico.
Como huracán categoría dos y con vientos de 154 a 177 kilómetros por hora, “Pamela” sería capaz además, de provocar daño en tejados, puertas y ventanas, así como desprendimiento de árboles grandes.
Pero en la categoría tres, que se espera alcance “Pamela” al tocar tierra en Sinaloa, la capacidad destructiva de sus vientos de entre 178 a 208 kilómetros por hora, dejaría también daños en la estructura de viviendas, por lo que la recomendación es protegerlas previo al impacto.
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Pero además del daño por vientos, se tienen los provocados por lluvias y escurrimientos que se esperan torrenciales con acumulados de 400 mm en Sinaloa por este sistema, el 16 de la temporada dependiendo de varios factores.
El tipo de efectos en zonas costeras provocados por el oleaje y marea de tormenta que acompañan a los ciclones tropicales pueden ser altamente destructivos y varía de acuerdo a factores locales como la forma específica de la costa y del lecho marino circundante, así como al viento del ciclón, el campo de presión atmosférica y el tamaño del fenómeno; con “Pamela” se esperan olas de hasta 6 metros de altura, muy altas, fuertes y destructivas.
