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Culiacán, Sinaloa.- Para el sector agrícola, la planta de fertilizantes es un tema apremiante, y ahora que la Suprema Corte Justicia de la Nación ordenó una consulta indígena para la instalación del proyecto, es un hecho que aunque no se percibe como algo malo, es un ejercicio que se debió haber llevado a cabo a tiempo, y que además ya se hizo una consulta ciudadana.
Así lo expresó el presidente de la Asociación de Agricultores del Rio Culiacán (AARC) Enrique Riveros, luego de cuestionar cuántas últimas medidas habrá para que la obra siga adelante, cuando la empresa Gas y Petroquímica de Occidente (GPO), ha cumplido con todos los requisitos que se le ha planteado, como el impacto ambiental.
El líder agrícola reconoció que podría haber posibles impactos con esta obra, pero al ser los fertilizantes un producto que se seguirá utilizando por el sector, el efecto será menor porque será adquirido en el estado, lo que mejorará el precio del producto y su disponibilidad.
“¿Cuál va a ser la última medida? O sea, llevan como cinco últimas medidas, yo creo que la empresa ha hecho legalmente lo que se le ha solicitado desde un inicio (…) y llegaron a decirle que siempre no, y luego siguió cumpliendo con los requisitos, se esperó, fue paciente, pero yo creo que eso es una muy mala imagen de lo que es México para el tema de la inversión”, precisó.
En espera de que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) realice la consulta indígena, Enrique Riveros comentó que en este año, sin tomar en cuenta los precios, se espera que haya un 60 por ciento de disponibilidad de los productos, y a pesar de esto se sigue discutiendo por una planta que puede resolver gran parte del problema.
