Los Mochis, Sin.- La impunidad derivada de la dificultad para sorprender en flagrancia a las personas que cometen la mala práctica de quemar las socas de las parcelas genera un incremento en este delito, señaló el presidente de la Asociación de Agricultores del Río Fuerte Sur –AARFS– César Enrique Galaviz Lugo.
Precisó que aún cuando ya están finalizando las trillas de maíz de otoño-invierno, todavía quedan cultivos en pie en el Valle del Carrizo porque en esa zona se siembra más tarde y es precisamente donde más se ha estado cometiendo esta riesgosa y contaminante práctica ya que a pesar de estar prohibida no hay suficientes elementos policiacos para patrullar tan extensa área agrícola ni para atrapar in fraganti a los responsables, y por lo tanto, no se puede sancionarlos.
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“Sigue todavía la quema de soca activa, seguimos pidiendo la ayuda del patrullaje con el Ayuntamiento, concientizando a los productores, a la sociedad para que este tema llegue a la conclusión, en que nos apoyen a no hacer la quema de soca. Es difícil contabilizar pero sí se ve un incremento considerable por lo difícil que es dar en sí con una persona que cause el daño”.
El presidente de la Asociación de Agricultores del Río Fuerte Sur puntualizó que mientras persista el delito de quemar los rastrojos en las parcelas después de trillarlas como práctica para evitar los gastos que implican los trabajos de labranza de rastreo, con el fuego los suelos pierden sus nutrientes, el humo generado contamina el aire y lo peor es que se pone en riesgo el patrimonio, animales y personas en los alrededores de las tierras incendiadas.
