Al momento

Reprobados en diplomacia

La semana pasada se registraron acontecimientos que enrarecen la relación entre el gobierno del estado de Sinaloa y el Ayuntamiento de Guasave. Los hechos: durante una...

Línea Directa | La información al momento
La información al momento | Línea Directa

La semana pasada se registraron acontecimientos que enrarecen la relación entre el gobierno del estado de Sinaloa y el Ayuntamiento de Guasave.

Los hechos: durante una gira formal de trabajo por el municipio de Salvador Alvarado, el gobernador, Quirino Ordaz Coppel, anunció que al terminar ésta haría una supervisión de los trabajos en la carretera a Bellavista.

No es la primera vez que el gobernador decide de último momento hacer una visita a un municipio, y no siempre avisa a la primera autoridad. Ordaz Coppel no invitó a nadie más que a su esposa y a su Secretario de Obras Públicas. Ni al alcalde de Salvador Alvarado ni a las alcaldesas de Guasave y Angostura.

Esto motivó la publicación de una carta abierta en redes sociales con fuerte contenido en contra del gobernador, escrita supuestamente por algún funcionario de primer nivel. Y de paso les dan una raspada a los medios de comunicación y periodistas.

Lo sucedido no es poca cosa, porque dificulta una relación que parecía ir caminando bien, con sus entendibles diferencias, entre Aurelia Leal y Quirino Ordaz.

La carta muestra altanería y soberbia, pero sobre todo nula sensibilidad política para tratar asuntos delicados como éste, en los que se requiere no actuar a botepronto ni con las vísceras, sino con serenidad y cabeza fría.

Y no es que se tenga que guardar silencio ante este tipo de hechos. Si se trató de una descortesía u olvido del gobernador o de su equipo, hay las vías para pedir una explicación, pero nunca es deseable una reacción de la forma en que se hizo.

Si el funcionario o los funcionarios a los que se les adjudica la carta actuó o actuaron de mutuo propio, gravísimo. Si se actuó por orden de la alcaldesa o del secretario del Ayuntamiento, más delicado aún.

¿Qué sentido tiene y qué necesidad había de decirle, por ejemplo, esto a un gobernador, pero sobre todo a través de ese medio y esas formas?: “Indudablemente que Guamúchil, Angostura y Sinaloa de Leyva tienen gobiernos con los que el gobernador comparte ideologías, pero nuestro municipio y los guasavenses merecemos respeto, como también cortesías. No cabe la menor duda que la herida del 1 de julio aún no cierra, y aprovechan cualquier oportunidad y coyuntura para mandar mensajes inequívocos de que no pueden superar aquella derrota que el pueblo les propinó. Ya basta de querer seguir teniendo a Guasave sumido en el subdesarrollo y la marginación, como lo hizo Malova y otros muchos gobernantes en complicidad con gobiernos municipales sumisos y agachados”.

Y también tuvieron para los comunicadores, a los que reclaman que tan “manifiesto desdén no lo señale ningún medio de comunicación ni local ni estatal, mucho menos los aprontados y de moda articulistas, que les ha dado por escribir y opinar casi rayando en la crítica visceral en contra de la administración”.

Ahora hasta nos quieren dar clases de periodismo y decirnos qué es lo que debemos y lo que no debemos publicar los periodistas y qué es lo que debemos opinar sin llegar a la “crítica visceral”.

Muy lamentable una descortesía del gobierno del estado si fue el caso, pero qué penosa respuesta de quienes son parte de un gobierno que no tienen idea de lo que es el manejo de este tipo de asuntos, y que se esa forma le causan tanto daño a la presidenta.

Esas actuaciones no la ayudan para nada, y si se atrevieron a manifestar su postura de esa forma tan burda, sin correrle la cortesía de informarle, se atreverán seguramente a más, por lo que ya deberían haber desocupado sus oficinas.

Y que grave mensaje, porque si eso se atreven a hacerle a quien es el gobernador, ¿qué podemos esperar los ciudadanos de a pie, que somos simples morales?

Solo un apunte final: la forma tan corriente e ignorante en que se reaccionó ante algo que bien pudo dirimirse mediante una llamada telefónica, es el manejo más rupestre de un asunto político que he atestiguado a lo largo de mis más de tres décadas de periodista.

Fuente: Internet

Al momento

Suscríbete a nuestro boletín

Para tener la información al momento, suscríbete a nuestro boletín en el tendrás las últimas noticias de Sinaloa, México y el mundo.